Luego de meses de incertidumbre y expectativas, el  20 de agosto, el pueblo ecuatoriano se reunió en las urnas en lo que se planteó como una consulta histórica que mediría la voluntad popular de decidir el futuro de la actividad petrolera en el Bloque 43 del Parque Nacional Yasuní, reserva de la Biósfera.  Personas y grupos de todas partes del mundo estuvieron expectantes y esperanzados en los resultados de lo que podría ser un punto de inflexión global hacia la transición energética. La espera se transformó en una ola de alegría y esperanza en tanto lxs ecuatorianxs manifestaron que la protección de la biodiversidad y pueblos que habitan el Parque Nacional Yasuní es su prioridad. 

El resultado positivo de la consulta popular es un triunfo monumental para Ecuador y todo el planeta. El Parque Nacional Yasuní es una joya verde en el corazón de la selva amazónica que acoge una inigualable biodiversidad y es casa y hogar de pueblos indígenas, incluyendo pueblos que han decidido mantenerse lejos de la civilización moderna. Al optar por renunciar a la extracción de petróleo y las ganancias económicas asociadas, lxs ecuatorianxs han enviado un claro mensaje a los tomadores de decisiones y a la industria de combustibles fósiles; la vida no tiene precio. 

La victoria en la consulta popular es un testimonio de la conciencia colectiva en evolución. En un mundo inmerso en la inestabilidad climática, pérdidas, daños asociados y cambio climático, la decisión de proteger el Parque Nacional Yasuní es, sin duda, un faro de esperanza. #SiAlYasuní da cuenta de la posibilidad de renovar el sistema de valores imperante, del reconocimiento de  nuestra interdependencia con la naturaleza y el respeto a las generaciones venideras.

El resultado también demuestra el compromiso del pueblo ecuatoriano con la  crisis climática y de biodiversidad. Al elegir dejar las reservas de petróleo de Yasuní bajo tierra, lxs ecuatorianxs han dado un ejemplo de acción climática a nivel mundial. Asimismo, #SiAlYasuní reconoce que existen las alternativas económicas en el bosque en pie y revela lo que los pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana han defendido durante décadas: es posible y viable vivir en armonía con la naturaleza.

Esta celebración y los aplausos trascienden fronteras. Este resultado es, sin duda, de unión tras una causa común en que es importante recalcar la incansable dedicación del colectivo Yasunidos, lxs líderes indígenas y las organizaciones de la sociedad civil de Ecuador que han sostenido esta visión por más de una década. Esperamos que el #SiAlYasuní sirva como un recordatorio de que unidos, es posible impulsar cambios transformacionales y asegurar el resguardo de los derechos humanos y de la naturaleza. 

La victoria para la preservación del Yasuní enciende una llama de optimismo para dejar los combustibles fósiles bajo tierra y un sistema renovado de valores, donde el bosque y la vida tienen más valor que el dinero. 

¡Gracias a todxs quienes apoyaron esta campaña.

¡Juntxs somos más fuertes!