La Amazonía ecuatoriana representa el 41% de la superficie, contiene el 75% de cobertura forestal, junto con el 81 % del recurso hídrico del país y el 77% de esta superficie pertenece a áreas protegidas y territorios indígenas.
Pero el impacto del cambio climático producido por la degradación y deforestación de los bosques amazónicos genera consecuencias desproporcionadas, sobre los bosques y quienes en él habitan.
Las relaciones de poder desiguales, la distribución desigual de los recursos y la débil implementación nacional de los marcos forestales y de cambio climático provocan la deforestación y la degradación forestal en la selva amazónica ecuatoriana.
La pobreza, causada por la desigualdad económica y social, empuja a los agricultores locales y las comunidades tradicionales a incorporar prácticas agrícolas no sostenibles.
La expansión de la frontera agropecuaria explica el 70 % de la deforestación y junto con la extracción maderera legal e ilegal representan las principales causas de la degradación forestal en la Amazonía ecuatoriana en la actualidad.
Frente a esta situación, un consorcio de organizaciones en Ecuador se movilizan, entre ellas: Naturaleza y Conservación Internacional, Fundación Pachamama, Fundación EcoCiencia, la Confeniae y las Nacionalidades Waorani y Achuar del Ecuador, con la iniciativa Acciones por la Amazonía, para buscar apoyo a políticas favorables a los bosques en la Amazonía, fortalecer las estructuras de gobierno y modelos de gestión forestal de pueblos indígenas y comunidades locales, y lograr una gobernanza forestal eficiente desde el Estado.
El impacto que se busca es el evitar y revertir la deforestación en la Amazonía ecuatoriana, garantizando los derechos y medios de vida sostenibles de los pueblos indígenas y comunidades locales, a través de soluciones climáticas naturales.
La iniciativa Acciones por la Amazonía se realiza a través del programa NICFI de la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo (NORAD).
Conoce más sobre el programa en: https://observatoriobcc.org/